EL MITO DE LOS DUENDES DEL PARQUE SOLARI
- unsaltoalpasado
- 11 jun 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 jun 2018
El suceso no es solo ver los duendes sino quienes pueden verlos, son solamente los niños.Según las constantes versiones, se los pueden describir como enanos de no más de diez a quince centímetros de altura, de rasgos groseros y sombríos, de ojos grandes y color azul intenso, que en la oscuridad brillan como un diamante.
Ellos andan casi desnudos a la altura del pasto, con una especie de capucha (estilo monje) y un trapo de color gris tierra que envuelven alrededor del cuello como poncho o bufanda. Sus brazos son desproporcionados para el cuerpo que tienen y su nariz es ganchuda. Tienen la piel arrugada y las piernas dobladas a la altura de las articulaciones, parecieran entumecidas.
Cuentan que viven en cuevas debajo de las raíces de los árboles y que allí realizan todo tipo de tareas por preparar pócimas y otras combinaciones mágicas; convierten las piedras en oro, escriben mapas para encontrar tesoros y tienen trampas para los enemigos.
Son seres que no toleran la luz, se desplazan solo en la noche o durante día, pero en los recovecos oscuros del parque. Ellos no aparecen solos, sino que siempre lo hacen en grandes grupos. Tienen un carácter tímido y en algunas ocasiones malhumorados. Se dice que ellos son los que salen al encuentro con los niños, pero también son muy escurridizos y corren muy rápido y tienen una habilidad de trepar los árboles de manera muy ágiles también.
Más allá de todas estas descripciones lo más importante es que son muy traviesos y juguetones; como asustar a los perros de los guardias de seguridad, cubrir de hojas las cañerías de los baños, robarle la comida a la gente cuando va de picnic, esconder las pelotas o pinchar las ruedas de las bicicletas…
Los niños han relatado algunas de las travesuras; como cuando juegan a las escondidas ellos aparecen y les enseñan los mejores escondites, otras veces los ayudan a remontar cometas, o los llevan de la mano a las cuevas debajo de los troncos y van de paseo a la Tierra de las Hadas.
Hay una característica particular y especial en todo esto y es que se da la mayor parte de las veces a los niños de la Escuela N°81 Enrique Amorim, esta se encuentra enfrente y por eso en el horario del recreo los maestros llevan a los niños al parque. Los maestros han escuchado las historias de los niños, al principio un poco perplejos, pero con el correr del tiempo y la asiduidad de estas grandiosas historias, se ha logrado que maestros, niños y duendes convivan pacíficamente en el parque.
Hola, me gustaría aportar mi experiencia en el parque.
Una vez vi un hada, son re chiquitas,como un insecto, pero se puede distinguir.
Esto es completamente cierto. Nuestra ciudad está llena de criaturas que creemos que existen sólo en los cuentos,cuando en realidad, para creer, sólo hay que estar en el lugar adecuado a la hora adecuada. Abran su mente y verán. Tengo testimonios de personas que vieron desde hadas y duendes, hasta criaturas gigantes que caminan en dos patas en arenitas blancas.